jueves, 29 de diciembre de 2016

Algunas consideraciones sobre la fiesta del Dulce Nombre de Jesús

La celebración de la memoria del Dulce Nombre de Jesús, una fecha en la que se conmemora el nombre que Cristo recibió de Dios como signo de exaltación a su obra terrena. Ese nombre que está sobre todo nombre; para que ante el nombre de Jesús toda rodilla se doble en los cielos, en la tierra y en los infiernos; y toda lengua confiese que Jesucristo es el Señor para gloria de Dios Padre (Filipenses, 2, 8-11). Con esto, las Sagradas Escrituras nos recuerdan que el Nombre de Jesús es un nombre impuesto por el mismo Dios: "He aquí que concebirás y parirás un hijo y le pondrás el nombre de Jesús" (Lucas, 1, 31). 
Esta histórica festividad del Dulce Nombre de Jesús, vinculada en sus prolegómenos a la obra de San Bernardino de Siena y a los dominicos, se viene celebrando desde el siglo XVI en el ámbito de la Orden Franciscana, aunque no es hasta 1721 cuando el Papa Inocencio VI la establece como fiesta para toda la Iglesia, a celebrar el segundo domingo después de la Epifanía. Posteriormente, en 1913, San Pío X trasladó la Festividad al primer domingo de enero pero si no hubiere ninguno entre los días 2 y 5 de dicho mes, se celebraría el 2 de enero.

En el Misal Romano de 1969 la fiesta desapareció y fue colocada como una misa votiva. Sin embargo, en la última versión del Misal Romano, que data de 2003, se ha restituido la Memoria del Dulce Nombre de Jesús, estableciéndose en la fecha del 3 de enero. Sin embargo, en nuestro país no se ha venido aplicando este Misal Romano al no haberse concluido la traducción al castellano encomendada por la Conferencia Episcopal Española, requisito imprescindible para que un Misa Romano sea aplicable en cada país. 


El pasado 7 de octubre tuvo lugar la presentación y publicación de la edición en lengua española del Misal Romano de 2003, por lo que la celebración de la Memoria del Dulce Nombre de Jesús ya es, por precepto, el 3 de enero. Nuestra Hermandad seguirá este precepto para la celebración de la Misa que, como se sabe, consta del privilegio de 100 días de indulgencias como figuran en nuestras reglas de 1887. En cuanto a la procesión del Niño, nuestras reglas no fijan una fecha fija, por lo que cada año variará según acuerdo de cabildo general. Así a partir de este próximo 2017 pasará a celebrarse el día 3 de enero de cada año de forma definitiva. 

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