Historia
de Nuestra Señora de la Merced
Nuestra Señora de la Merced, que en castellano se le ha llamado en
plural, Virgen de las Mercedes, que no corresponde con el sentido originario de
la advocación. El significado del título "Merced" es ante todo "misericordia".
La Virgen es misericordiosa y también lo deben ser sus hijos. Esto significa
que recurrimos a ella ante todo con el deseo de asemejarnos a Jesús
misericordioso.
MARÍA Y PEDRO NOLASCO:
Eran tiempos en que los musulmanes saqueaban las costas y llevaban a los
cristianos como esclavos a África. La horrenda condición de estas víctimas era
indescriptible. Muchos perdían la fe pensando que Dios les había abandonado.
Pedro Nolasco era comerciante. Decidió dedicar su fortuna a la liberación del
mayor número posible de esclavos. Recordaba la frase del evangelio: "No almacenéis vuestra fortuna en esta
tierra donde los ladrones la roban y la polilla la devora y el moho la corroe.
Almacenad en el cielo, donde no hay ladrones que roben, ni polilla que devore
ni óxido que las dañe" (Mt 6,20).
Año 1203. El laico, Pedro Nolasco inicia en Valencia la redención de
cautivos, redimiendo con su propio patrimonio a 300 cautivos. Forma un grupo
dispuesto a poner en común sus bienes y organiza expediciones para negociar
redenciones. Su condición de comerciantes les facilita la obra. Comerciaban
para rescatar esclavos. Cuando se les acabó el dinero forman cofradías para
recaudar la "limosna para los cautivos". Pero llega un momento en que
la ayuda se agota y Pedro Nolasco se plantea entrar en alguna orden religiosa o
retirarse al desierto. Entra en una etapa de reflexión y oración profunda.
LE RESPONDE LA VIRGEN:
Nolasco pide a Dios ayuda y, como signo de la misericordia divina, le
responde la Virgen que funde una congregación liberadora. La noche del 1 al 2
de agosto de 1218, la Virgen se les apareció a Pedro Nolasco, a Raimundo de
Peñafort, y al rey Jaime I de Aragón, y les comunicó a cada uno su deseo de
fundar una congregación para redimir cautivos. La Virgen María movió el corazón
de Pedro Nolasco para formalizar el trabajo que el y sus compañeros estaban ya
haciendo. La Virgen llama a Pedro Nolasco y le revela su deseo de ser
liberadora a través de una orden dedicada a la liberación de los cautivos de
los musulmanes, expuestos a perder la fe. Nolasco le dice a María:
-¿Quién eres tú, que a mí, un indigno siervo,
pides que realice obra tan difícil, de tan gran caridad, que es grata Dios y
meritoria para mí?:
-“Yo soy María, la que le dio la carne al Hijo de
Dios, tomándola de mi sangre purísima, para reconciliación del género humano.
Soy la que recibió la profecía de Simeón, cuando ofrecí a mi Hijo en el templo:
“Mira que éste ha sido puesto para ruina y resurrección de muchos en Israel; ha
sido puesto como signo de contradicción: y a ti misma una espada vendrá a
atravesarte por el alma”:
-¡Oh Virgen María, madre de gracia, madre de
misericordia! ¿Quién podrá creer que tú me mandas?:
-“No dudes en nada, porque es voluntad de Dios
que se funde esta congregación en honor mío; será una familia cuyos hermanos, a
imitación de mi hijo Jesucristo, estarán puestos para ruina y redención de
muchos en Israel y serán signo de contradicción para muchos."
EN LA CATEDRAL DE BARCELONA:
El 10 de agosto de 1218 en el altar mayor de la Catedral de Barcelona, en
presencia del rey Jaime I de Aragón y del obispo Berenguer de Palou, se crea la
nueva institución. Pedro y sus compañeros vistieron el hábito y recibieron el
escudo con las cuatro barras rojas sobre un fondo amarillo de la corona de
Aragón y la cruz blanca sobre fondo rojo, titular de la catedral de Barcelona.
Pedro Nolasco reconoció siempre a María Santísima como la auténtica fundadora
de la congregación mercedaria.
LA INSTITUCIÓN NUEVA:
Pedro Nolasco, funda la congregación, apoyado por el Rey Jaime I de
Aragón, el Conquistador y aconsejado por San Raimundo de Peñafort. Su
espiritualidad se fundamenta en Jesús, el liberador de la humanidad y en la
Virgen, la Madre liberadora e ideal de la persona libre. Los mercedarios
querían ser caballeros de la Virgen María al servicio de su obra redentora. Por
eso la honran como Madre de la Merced o Virgen Redentora. En el capítulo
general de 1272, los frailes toman el nombre de La Orden de Santa María de la
Merced, de la redención de los cautivos, mercedarios. El Padre Antonio Quexal,
siendo general de la Merced en 1406, dice: "María es fundamento y cabeza
de nuestra orden".
LA VIRGEN DE LA MERCED, LA FUNDADORA:
El título mariano de la Merced tiene su origen en Barcelona, España,
cuando muchos eran cautivos de los moros y en su desesperación y abandono
estaban en peligro de perder la fe. La Virgen de La Merced, manifesta su
misericordia por para atenderlos y liberarlos. La talla de la imagen de la
Merced venerada en la basílica de la Merced de Barcelona es del siglo XIV, de
estilo sedente, como las románicas. El año 1696, el papa Inocencio XII extendió
la fiesta de la Virgen de la Merced a toda la Iglesia el 24 de septiembre.
ACTUALIDAD DEL CARISMA:
El carisma mercedario de liberar a los cautivos sigue siendo tan
necesario como siempre. María ofreció todo su ser para que viva el Hijo de Dios
encarnado. En el cántico del Magníficat (Lc 1, 46), María expresa la liberación
de Dios. El Papa Juan Pablo II dijo que "María
es la imagen más perfecta de la libertad y de la liberación de la
humanidad". La Virgen continúa velando por sus hijos cautivos de
Satanás (LG 62) y nos pide nuestra cooperación. Nosotros debemos dar nuestra
vida para que su Hijo viva en nosotros y así pueda liberar a nuestros hermanos.
Ella nos enseñará como hacerlo.
DIOS PADRE DE MISERICORDIA, MARÍA MADRE DE MISERICORDIA:
Dios es Padre de Misericordia, María es Madre de Misericordia. Ella
refleja la misericordia de Dios, sufriéndolo todo por sus hijos. Los cristianos
debemos también reflejar la misericordia de Dios sufriéndolo todo por amor. "Mirad la hondura o cavidad del lago de
donde habéis sido tomados, las entrañas de la Madre de Dios". Las
obras de misericordia que la Virgen pidió incluyen la visita, el acompañamiento
y la ayuda a los que salen de la cárcel.
UNA CONGREGACIÓN LAICAL:
Así fue en los primeros tiempos. Su primera ubicación fue el hospital de
Santa Eulalia, junto al palacio real de Barcelona. Allí recogían a indigentes y
a cautivos que regresaban de tierras de moros y no tenían donde ir. Seguían la
labor que ya antes hacían de crear conciencia sobre los cautivos y recaudar
dinero para liberarlos. Salían cada año en expediciones redentoras. San Pedro
continuó sus viajes personalmente en busca de esclavos cristianos. En Argelia,
África, lo hicieron prisionero pero logró conseguir su libertad. Aprovechando sus
dones de comerciante, organizó con éxito por muchas ciudades colectas para los
esclavos.
CUARTO VOTO:
Además de los tres votos de la vida religiosa, pobreza, castidad y
obediencia, hacían un cuarto voto: dedicar su vida a liberar esclavos. Se
comprometían a quedarse en lugar de algún cautivo que estuviese en peligro de
perder la fe, cuando el dinero no alcanzara a pagar su redención. Así lo hizo
San Pedro Armengol, un noble que entró en la orden tras una juventud disoluta.
Este cuarto voto distinguió a la nueva comunidad de mercedarios. El Papa
Gregorio IX aprobó la comunidad y San Pedro Nolasco fue nombrado Superior
General. El rey Jaime decía que la conquista de Valencia, se debía a las
oraciones de Pedro Nolasco. Cada triunfo que obtenía lo atribuía a sus
oraciones.
DESCANSA YA, SIERVO BUENO Y FIEL:
Pedro Nolasco, a los 77 años, pronunció el Salmo 76: "Tú, oh Dios, haciendo maravillas, mostraste tu poder a los
pueblos y con tu brazo has rescatado a los que estaban cautivos y
esclavizados". y se durmió en el regazo de la Virgen. Su intercesión
logró muchos milagros y fue canonizado en 1628. En el año 1696, el papa
Inocencio XII extendió la fiesta de la Virgen de la Merced a toda la Iglesia, y
fijó su fecha el 24 de septiembre.
Oración
a Nuestra Señora de la Merced:
María, Merced de Dios, regalo de Cristo a los hombres. La Trinidad Santa
te envió a Barcelona, mensajera de libertad y misericordia, para, por medio de
Pedro Nolasco, mostrarte corredentora, mediadora, Madre de todos, ternura de
Dios para los pobres.
Madre de la Merced, enséñanos a valorar nuestra fe cristiana, haznos
capaces de amar con caridad mercedaria, conviértenos en portadores de paz.
Que tus besos derritan la violencia que nos envuelve, hasta que
recuperemos, en tu regazo materno, la ilusión de familia, transformado el mundo
en un hogar.
Bendice esta ciudad tuya, que te proclama patrona y princesa y gusta,
enamorada, de llamarte madre.
La Merced Descalza y El Viso
El
10 de Agosto de 1218 se fundó la Real Orden de Nuestra Señora de la Merced y
Redención de Cautivos, tras la imposición del hábito blanco a San Pedro Nolasco
en una ceremonia celebrada en la Catedral de Barcelona. Cuenta la historia que nueve
días antes de esa ceremonia, la Virgen María se apareció simultáneamente a
Pedro Nolasco, al rey Jaime I de Aragón y a su confesor Raimundo de Peñafort, a
quienes la Virgen pidió que lucharan por la redención de los cautivos
cristianos en tierras de los musulmanes. Hay que señalar que en aquella época
gran parte de lo que hoy es Andalucía aún era islámica, puesto que en año de
1248 Fernando III conquistó la ciudad de
Sevilla.
La Orden fue aprobada por el papa Gregorio IX, adoptando la Reglas de San Agustín y los votos de pobreza, castidad y obediencia, a los que Pedro Nolasco añadió: “darse por cautivos, cuando la necesidad lo pida”. Bajo estas premisas, la Orden se difunde por España y hacia 1251 llegan a Sevilla y se funda el Convento Casa Grande de la Merced. Algunos historiadores creen que los mercedarios llegaron a Sevilla con San Fernando y participaron en la conquista.
Pero
al igual que otras órdenes religiosas, en la orden surge la necesidad de
reformar a la propia orden, que progresivamente se fue relajando en sus fines y
alejándose de su sentido primigenio. Aprovechando las reformas que se producen en
otras órdenes religiosas, fray Juan Bautista González o del Santísimo
Sacramento decide instituir la reforma a través de la descalcez de la orden,
creada en 1603, para llevar una vida mística, basada en la caridad y en el amor
de Dios. Es por esto que la nueva Orden se establece en lugares solitarios y de
poco vecindario como era el caso de la Almoraima o El Viso, que fueron las
primeras fundaciones de la descalcez.
La
Merced Descalza fue inspirada por la Virgen María que, en el día de San
José de 1603, se apareció a fray Juan Bautista, a la IV condesa de Castellar y al padre general
fray Alonso de Monroy, a quienes pidió la aprobación la descalcez mercedaria.
El
5 de octubre de 1603, los mercedarios descalzos llegan y se asientan en la Almoraima (Cádiz) y
el 25 de enero de 1604, se establecen en El Viso; ambas fundaciones fueron ofrecidas por doña Beatriz Ramírez de Mendoza, condesa de Castellar.
La
fundación del convento visueño se retrasó varios meses porque la condesa de
Castellar ofreció una capellanía colativa y contaría con una escasa renta
inicial. Finalmente se resolvió el problema y la condesa, en
lugar de la capellanía ofrecida, dio cierta cantidad de olivares para el
convento y así, el cardenal de Sevilla otorgó la licencia de fundación.
La IV condesa de Castellar, Beatriz Ramírez de Mendoza, costeó con 5000 ducados la edificación de un convento dedicado al Corpus Christi en la villa de El Viso y quiso construirlo junto a su palacio, para que sirviera de panteón para la ilustre casa de Castellar, como así fue, ya que en este cenobio se encuentra sepultado Gaspar Juan Arias de Saavedra, hijo de la condesa fundadora y sucesor en el condado de Castellar.
La IV condesa de Castellar, Beatriz Ramírez de Mendoza, costeó con 5000 ducados la edificación de un convento dedicado al Corpus Christi en la villa de El Viso y quiso construirlo junto a su palacio, para que sirviera de panteón para la ilustre casa de Castellar, como así fue, ya que en este cenobio se encuentra sepultado Gaspar Juan Arias de Saavedra, hijo de la condesa fundadora y sucesor en el condado de Castellar.
Desde el 8 de marzo de 2015, la Hermandad de Nuestro Padre Jesús Nazarena está agregada a la Orden de la Merced Descalza, su fundadora, siendo maestro general el reverendo padre fray Agustín Devesa del Prado. Esta Hermandad Nazarena y Mercedaria tiene su sede canónica en la Iglesia Conventual del Corpus Christi y goza del usufructo del edificio y de todos sus bienes muebles, según un acuerdo de comodato con la Archidiócesis de Sevilla, firmado el 18 de mayo de 2017.
No hay comentarios:
Publicar un comentario